
IV DOMINGO DE ADVIENTO
“NO TEMAS TOMAR CONTIGO A MARÍA TU MUJER PORQUE LO ENGENDRADO EN ELLA ES DEL ESPÍRITU SANTO”
Primera Lectura: Isaías 7:10-14
Son muchas las señales que el Señor nos proporciona para que nosotros nos convirtamos de verdad, pero por la dureza de corazón las despreciamos. Aprovechemos esta Navidad para acercarnos a Jesús, adorarlo en el pesebre y descubrir que Él es el Mesías, el Emanuel, el Dios con nosotros.
Salmo Responsorial: Salmo 24:1-6
Para poder estar en la presencia del Señor se hace necesario vivir las indicaciones del salmista: tener manos limpias, un corazón puro, no ser vanidoso ni soberbio y, sobre todo, buscar su rostro porque sólo ellos verán a Dios.
Segunda Lectura: Romanos 1:1-7
Todos estamos llamados a la santidad por medio de Jesucristo, para lo cual se hace necesario vivir la vocación y sentir que somos escogidos por Dios, llamados a vivir la paz y a predicar la obediencia de la fe, sólo buscando la gloria de Dios, resucitaremos con él al tercer día para la vida eterna.
Evangelio: Mateo 1:18-24
Todos estamos llamados como San José a superar cualquier duda de fe. José creyó en las palabras del Ángel del Señor, tomó consigo a María y formó la familia de Nazaret, convirtiéndose en modelo de todas las familias y mostrándonos cuán grande es la misión de toda familia. Oremos por nuestras familias para que ellas sean, como lo dice el papa Francisco: “el ámbito de la socialización primaria, porque es el primer lugar donde se aprende a colocarse frente al otro, a escuchar, a compartir, a soportar, a ayudar, a convivir”.
Leave a Reply