
II DOMINGO ORDINARIO
PRIMERA LECTURA: ISAÍAS 49:3,5-6: Cuando la luz y la salvación del Señor llega a los confines de la tierra, su nombre es glorificado y es signo que se ha entendido que él es la fuerza, la fortaleza y la compañía y que nos ha llamado desde el seno de nuestra madre para que seamos sus testigos y para decir con el profeta Isaías: “Tú eres mi siervo”.
SALMO 40:2,4,7-10: Hacer la voluntad del Señor, es sinónimo de poner la confianza en él, la cual nos lleva a exclamar ¡oh Dios mío!, mi rey, en ti pongo toda mi esperanza.
SEGUNDA LECTURA: I CORINTIOS 1:13: Pablo indica que estamos llamados a ser santos, a “invocar el nombre de Jesucristo, Señor nuestro, de nosotros y de ellos”. Que nuestras comunidades, a ejemplo de la de Corinto, se sienta tocada por Dios y que sea misionera de la buena noticia del Evangelio.
EVANGELIO: JUAN 1:29-34: Juan el Bautista al ver a Jesús dice: “He ahí el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. “He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él”. “Doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios”. “Yo bautizo con agua, pero él bautiza en el Espíritu Santo y yo no soy digno de desatarle las sandalias de los pies”. A ejemplo de Juan Bautista demos testimonio de Jesús, en cualquier lugar donde nos encontremos. Esta es la ruta para este nuevo año que Dios nos ha regalado.
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